
"¿Que puedo decir?, ¡nada!, solo dejar que nuestro Dios confirme todo, que haga y muestre su obra en la tierra, yo también creo que viene un gran avivamiento sobre la tierra, pero jamás vendrá antes de un genuino arrepentimiento. No vendrá antes que los protagonistas de este avivamiento se muevan con corazones compungidos, o como dice David Wilkerson: "aceptemos el llamado a la angustia". Es verdad que Dios ha preparado el mayor derramar de su presencia para el último tiempo, pero dice en Isaías 30:20, "Bien que os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros."
Antes comeremos el pan de congojas y beberemos agua de angustia y todo esto como dice un predicador de Brasil Adam Furloni: esto lo hace Dios para que sintamos una verdadera hambre y una verdadera sed. Y entonces el vendrá con todo. Dios levantara a su Iglesia, nuestro Señor no esta interesado en el nombre del país, el que seamos columna o no de América latina, eso solo ayuda al orgullo nacionalista que nos hace característico. Nos arrepentimos Señor, porque estamos más institucionalizados y menos sensibles, nuestras sistematizaciones han ahogado su voz. Nos vendimos al poder político, llamamos conquistas a días feriados, gritamos amen a un sin numero de políticos que han aprendido nuestros discursos y les entregamos nuestros pulpitos y nuestra gente. Honramos lideres históricos y los llamamos de bienhechores, siendo que muchos de ellos o tenían pactos con políticos o masones. Perdónanos porque nos hemos arrepentido de cosas genéricas y no específicas. Te hemos cantado hasta cansarte, y nuestros cánticos se ha tornado como el sacrificio de toros y machos cabrios y tú sólo nos pediste obediencia, en vez de sacrificios. A veces siento que no sabemos volver a tus brazos, que luego que queremos retornar a ti, ocupamos los viejos caminos de las sistematizaciones, las formas se tornan en métodos que aceptamos fácilmente. Estoy seguro que tu no eres el príncipe de este mundo, ni el príncipe de Chile, ni de ningún país de latino América, ni de ningún país del mundo.
Estoy seguro que no vienen días mejores para este mundo, pero si para la Iglesia redimida y lavada.
Perdónanos Padre, por que nos entregamos a la masonería, a la política, al animismo, al adulterio, a la pornografía, a la avaricia, a la adivinación, no nos importo mas el carácter de nuestros lideres, siempre y cuando tengan un don sorprendente y sean carismáticos. Perdónanos por sacrificar en el altar de la cantidad, la calidad. Perdónanos por no enseñar todo el evangelio a todas las personas en todo el mundo y presentar perfectos a los hombres delante de ti. Perdónanos porque como pastores estábamos mas preocupados a cuantos congresos íbamos que escuchar tu voz. Por que hemos pensado que los ministros valen mucho mas por la cantidad de gente que congregan que por su carácter. Perdona nuestra arrogancia, vanidad, nos ufanamos con facilidad en los humos de la lisonja. Solo déjame tener hambre y sed de ti, porque todavía hay cosas que me apartan de ti y luego me olvido de tu llamado. ..
1 comentario:
Está es la forma que Dios quiere, humillados delante de la Cruz, volvamos al que nos perdona siendo deprabados y estando muertos en nuestros delitos pecados, sí Jesús perdonanos, que tu Gracia alumbre nuestro entendimiento y que volvamos a predicar tu verdadero evangelio (El evangelio de la Cruz),
Amen.
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